El ingrediente activo de la flor del iris florentino estimula el metabolismo de la capa epidérmica de la piel. Previene la degradación de las proteínas estructurales de la epidermis y permite que la piel mantenga su elasticidad mientras reduce la profundidad de las arrugas. El uso de la flor de Iris Florentina lucha contra el envejecimiento de la piel y desarrolla su tenacidad.